Un gran porcentaje de las personas no está consciente de que hay voces internas que nos benefician y otras no. Depende de las experiencias que hayamos tenido en la vida dichas voces seguirán acompañándonos siempre a menos que sea necesario reemplazarlas. Desde que estamos en el vientre de nuestra madre escuchamos voces de aquellas personas más cercanas a nosotros principalmente la voz de la madre, padre, hermanos y otros familiares y amigos. Esas voces se quedaron grabadas en nuestro subconsciente y ahora forman parte de nuestras creencias a las cuales aceptamos como verdaderas. Esas palabras que se repiten a diario tienen un poder inconmensurable sin percatarnos de ello.
Imagínate a un niño que toda su vida escuchó expresiones como estas: eres una persona exitosa, eres muy valioso, eres importante y te amamos, siempre estaré para apoyarte, nunca te abandonaré, todo lo que te propongas lo puedes lograr. etc. Estos comentarios denotan positivismo, apoyo, pero sobre todo amor. Ahora observa los siguientes comentarios escuchados por otro niño: no sirves para nada, eres un fracasado, no eres inteligente, no te quiero etc. Las personas que han crecido en un ambiente dañino como este generalmente son adultos inseguros, con baja autoestima, enfermizos, poco exitosos, con relaciones interpersonales frágiles entre otros.
Estoy plenamente convencida que una vez identificadas estas últimas voces, que con el tiempo llegan a formar parte de nuestro sistema de creencias, pueden ser substituidas por voces positivas y motivadoras para formar un nuevo sistema de creencias que potencialice a la persona y lo empodere a ser libre, autentico y feliz.
Dilcia Betancourt. Life Coach (Entrenadora de Vida)
www.global-lifecoaching.com